Aunque en la Ciudad de Buenos Aires se reconoce oficialmente el año 1928 como el nacimiento del colectivo en la Argentina, en Comodoro Rivadavia esa historia había comenzado una década antes. Fue en 1918, en el campamento petrolero de Astra, donde un inmigrante sudafricano llamado Gert Van Heerden transformó un automóvil Ford T en un improvisado vehículo de pasajeros capaz de llevar hasta ocho personas.
El recorrido unía Astra con el centro de Comodoro Rivadavia, atravesando los kilómetros 8, 5 y 3, por caminos de tierra que en aquel entonces se volvían intransitables con el viento y la lluvia. La salida era muy temprano, principalmente para trasladar a los trabajadores que necesitaban llegar a la ciudad.
Este vehículo, considerado por muchos historiadores locales como el primer colectivo del país, no solo marcó un hito en la vida cotidiana de los habitantes de la zona norte, sino que también se adelantó diez años a la experiencia porteña que más tarde sería reconocida como el origen oficial del colectivo argentino.