La situación comenzó cuando los estudiantes, que participaban de una clase de computación, notaron movimientos extraños en una de las ventanas internas del complejo. Al acercarse, advirtieron que un hombre de 25 años y una joven de 18 estaban en pleno acto íntimo, completamente expuestos al sector donde se encontraban alumnos y docentes.
La directora de la institución fue alertada y decidió actuar. Según señalaron desde el establecimiento, la situación generó desconcierto entre los presentes y obligó a suspender momentáneamente las actividades para resguardar a los estudiantes.
De manera urgente, la autoridad activó el sistema de Alerta Banda, un mecanismo municipal que centraliza emergencias. Agentes especializados llegaron pocos minutos después, identificaron a los jóvenes y les ordenaron retirarse de inmediato para evitar agitaciones y preservar el bienestar emocional de los alumnos. Directivos y docentes expresaron su malestar por lo que calificaron como una “vulneración del espacio institucional”.