COMODORO RIVADAVIA Y RADA TILLY  |  Viernes 22 de agosto, 2025

Con un camión prestado y mucha voluntad: así nacieron los bomberos de Rada Tilly

Cuando todavía los incendios se combatían con mamelucos de grafa, guantes comunes y un pañuelo húmedo en la cara, un grupo de jóvenes decidía formar el destacamento de bomberos de Rada Tilly. Alejandro Banegas fue uno de ellos y guarda en su memoria cada paso de esta historia que nació de la voluntad colectiva y la necesidad de cuidar al vecino.

La historia del cuartel de bomberos de Rada Tilly está profundamente ligada a su gente. Corría noviembre de 1987 cuando, tras un incidente que requirió ayuda desde Comodoro, un grupo de vecinos se organizó ante la urgencia de contar con respuesta propia ante emergencias. El 6 de ese mes formaron una comisión, y apenas dos días después, el 8 de noviembre, se les cedió el depósito donde, desde entonces, funciona el destacamento.

Alejandro Banegas, hoy bombero retirado, fue parte de ese primer grupo: “Nos anotamos unos 25 chicos de 18 años. Queríamos ayudar al vecino, y también saber de qué se trataba”, recuerda en diálogo con Del Mar Digital.

Lo que siguió fue puro compromiso: sin equipamiento adecuado, con mamelucos de grafa, guantes comunes, botas y pañuelos mojados como única protección, comenzaron a combatir incendios. El primer autobomba fue prestado por un vecino, Pablo Rosamando, quien además conducía el camión en el que los jóvenes iban colgados hacia cada intervención. Hoy, el cuartel lleva su nombre en honor a ese gesto fundacional.

“Así fueron nuestros comienzos, sin nada, pero con mucha voluntad de todos los voluntarios y de los jefes que hemos tenido a lo largo del tiempo”, señala Banegas, quien también fue jefe del cuartel hasta su retiro voluntario en 2015, después de 27 años de servicio.

Con el tiempo, fueron equipándose poco a poco. Una de las primeras rifas organizadas por la comisión sorteaba una casa, que fue efectivamente entregada y aún hoy es habitada por una familia. Luego llegó la primera ambulancia, y más tarde una autobomba propia. Hoy, el cuartel cuenta con un moderno Centro Móvil de Entrenamiento que simula incendios reales a temperaturas superiores a los 400 grados: “Es uno de los pocos en el país con estas características”, destaca con orgullo.

Muchos hechos han marcado su trayectoria, pero algunos permanecen por lo insólitos: “Siempre que hay un animal en peligro llaman al bombero. Me ha tocado bajar gatos de lugares complicados, y no son como los perros. No te ven como su salvador, te atacan”, recuerda entre risas.

Banegas también reflexiona sobre su lugar en el mundo: “La paz que se vive en Rada Tilly no la encontré en ninguna otra parte del país. Acá te levantás y ves zorros paseando, martinetas, guanacos, lobos marinos, ballenas… y una calidad humana que no tiene comparación”.

Hoy, además de seguir colaborando desde la Cooperativa de Agua, ve un futuro de crecimiento para la villa: “Rada Tilly va a seguir creciendo en habitantes, y el cuartel no puede quedarse atrás. Por eso seguimos equipándonos, porque tenemos que estar a la altura de las circunstancias”.

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