Este lunes, lel club Nueva Generación se refirió al episodio que tuvo lugar el pasado sábado, cuando dos de sus jugadores fueron detenidos tras un partido frente al Club Roca.
Leonel Tula, director técnico, describió lo ocurrido como “algo raro, nunca jamás visto”. Según relató, “terminando el partido, empatamos 3 a 3, y dos jugadores estaban en el vestuario. Al hacer el gol del empate, se querían abrazar y uno, sin querer, golpeó un vidrio”.
El dirigente sostuvo que la reacción de la delegada del Club Roca, acompañada por la policía, fue excesiva: “Lo tiran al piso a nuestro jugador, lo esposan y no dejaban entrar a los chicos. Pasaron toda la noche en la comisaría”.
Tula enfatizó que el incidente fue sin intención de perjudicar a nadie y rechazó cualquier daño a la infraestructura: “Nunca quisimos dañar nada, nos prestan las instalaciones amablemente. Con qué necesidad íbamos a querer romper algo”.
Respecto a la reacción de romper un móvil policial, el dirigente explicó que se trató de impotencia y frustración: “Está mal, pero fue la impotencia del momento. Cualquier persona con un poco de corazón puede venir y decirnos que se rompió el vidrio”.
Finalmente, Tula aseguró que “lo deportivo queda de lado, nosotros queremos preservar la relación entre clubes y que este tipo de situaciones no se repitan”.