En el marco del Mes Amarillo, la Mesa Intersectorial de Prevención del Suicidio de Comodoro Rivadavia llevará adelante el próximo miércoles 10 de septiembre una jornada abierta a la comunidad para sensibilizar y brindar herramientas sobre una problemática de salud pública que afecta a nivel mundial.
La actividad se desarrollará desde las 10 de la mañana hasta las 14 horas en el Anexo Universitario, donde se realizará la tercera edición de la Feria Intersectorial de Salud Integral. Allí, más de 40 instituciones participarán con talleres, conversatorios y actividades destinadas principalmente a adolescentes y jóvenes, además de un espacio de stands donde la comunidad podrá conocer los recursos locales disponibles para la protección de derechos.
“Es fundamental que la población cuente con información útil para acompañar a una persona en situación de vulnerabilidad. No hace falta ser especialista para brindar una primera ayuda: todas y todos podemos ser parte de la prevención”, explicó Eugenia Gómez Maidana en La Tribuna Radio por Radio del Mar, integrante de la Mesa Intersectorial.
La fecha elegida responde a que cada 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial de Prevención del Suicidio, instaurado en 2003 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP). En Comodoro, la Mesa viene desarrollando actividades desde hace cuatro años y se ha consolidado como un espacio único a nivel nacional por su carácter intersectorial, donde confluyen áreas de salud, justicia, seguridad y organizaciones sociales.
Además de la jornada central, durante todo septiembre se realizarán distintas propuestas en el marco del Mes Amarillo. Entre ellas, una clase abierta virtual organizada junto a la Universidad de Mar del Plata, que permitirá compartir la experiencia comunitaria de Comodoro con otras ciudades que buscan conformar mesas similares, como Tandil y Mar del Plata.
Consultada sobre los datos locales, Gómez Maidana aclaró que las estadísticas oficiales se publican con un año de diferencia y se trabajan internamente como insumo para el diseño de políticas públicas, aunque destacó que “la mayor prevalencia se observa en jóvenes de entre 15 y 29 años y en varones en los casos de suicidio consumado, mientras que en mujeres es más frecuente la prevalencia de intentos. También sabemos que en la comunidad LGBTIQ+ los índices de autolesiones alcanzan al 40% de las adolescencias, principalmente por situaciones de violencia y discriminación”.
Respecto a las señales de alerta, la especialista subrayó que se trata de un fenómeno multicausal, pero que es importante prestar atención a cambios en la conducta cotidiana como aislamiento, pérdida de interés en actividades, alteraciones del sueño, de la alimentación o en el estado de ánimo. “El suicidio no es un problema individual, sino social y comunitario. Por eso es clave poder escuchar, habilitar la palabra y acompañar sin prejuicios. Todas las personas podemos ser ‘personas botiquín’, es decir, un sostén y un alivio para alguien que atraviesa un momento difícil”, afirmó.
Finalmente, Gómez Maidana llamó a derribar los tabúes y a incorporar el tema en las conversaciones cotidianas: “Hablar de suicidio no incentiva la conducta, al contrario, habilitar el diálogo puede aliviar y abrir la puerta a buscar soluciones. Lo que existe detrás de un intento no es un deseo de muerte, sino de terminar con un sufrimiento. Nuestro rol como comunidad es acompañar, validar las emociones y tender puentes hacia la vida”.