Este martes por la mañana se realizó la audiencia de impugnación ordinaria de la sentencia en el caso del homicidio del menor Lautaro Labbe, que tiene como condenado en primera instancia al uniformado Simón Cruz. Tras los alegatos de las partes, los jueces de Cámara pasaron a deliberar y se prevé que el veredicto se conocerá el próximo martes 11 de noviembre al mediodía.
Durante la audiencia, el defensor particular de Cruz, Guillermo Iglesias, solicitó que se readecúe la pena y se fije en el mínimo legal para el delito de homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego: 10 años y 8 meses de prisión. Iglesias cuestionó la interpretación de los agravantes hecha por el juez de primera instancia, argumentando que la edad del imputado y la supuesta afectación a la imagen de la fuerza policial no deberían aumentar la pena. También destacó la baja calidad de la formación policial de Cruz, realizada durante la pandemia, y señaló que su asistido había pedido disculpas a la madre de la víctima, considerando excesiva la pena de 22 años impuesta inicialmente.
Por su parte, el fiscal Julio Puentes y el querellante pidieron que se confirme la condena de 22 años. El fiscal destacó que Cruz sabía distinguir entre el bien y el mal, que disparó a corta distancia a un adolescente desarmado y que alteró la escena del hecho, incluyendo la manipulación de pruebas y el fraguado del acta policial junto a sus compañeros, todos condenados. Además, cuestionó la falta de arrepentimiento real del imputado y enfatizó el impacto negativo del hecho en la imagen pública de la institución policial.
El querellante coincidió en la necesidad de mantener la condena, resaltando que un jurado popular consideró probado que Cruz disparó por la espalda a un adolescente desarmado y que ajustó sus declaraciones a lo largo del juicio, lo que debería influir en la pena.
Tras los alegatos, los jueces de Cámara Cecilia Codina, Mónica García y Martín Montenovo se retiraron a deliberar, y el fallo se dará a conocer el próximo 11 de noviembre al mediodía.