La irrupción de nuevas tecnologías en el aula ha modificado la manera en que accedemos a la información, pero según el profesor Gabriel Soto, doctor en matemática, la verdadera transformación educativa requiere un cambio más profundo. “Antes, memorizar era la forma de aprender, porque así se accedía a los datos y hechos. Hoy la accesibilidad es otra, pero la construcción del conocimiento sigue siendo la misma”, explicó en diálogo con Radio del Mar.
Soto señaló que el uso de calculadoras y herramientas digitales no garantiza el aprendizaje si no se adaptan las preguntas planteadas a los estudiantes y destacó que “si seguimos usando las mismas preguntas, la probabilidad de fracaso es muy alta. Lo importante es enseñar a resolver problemas y no solo reproducir información”.
Para el docente, la educación debe enfocarse en cómo formular preguntas que permitan generar conocimiento y no solo datos: “Hoy necesitamos datos e información para construir la base del conocimiento, pero lo que realmente hay que cambiar son las preguntas”.
El profesor también destacó el papel de las emociones y experiencias previas en la enseñanza: “Si uno aprendió de memoria y le funcionó, cree que funciona para todos, pero eso ya no es así. Antes, memorizar tablas liberaba la memoria de trabajo; hoy la información está al alcance de todos y hay que pensar en lo que realmente interesa”.
Sobre la adaptación de los docentes, Soto subrayó que este proceso es personal y requiere un aprendizaje constante: “Aquellos profesores que se hacen preguntas se adaptan mejor. Esto plantea un desafío en la formación docente: ¿se está enseñando a futuros profesores a cuestionarse y formular nuevas preguntas?”
Finalmente, el especialista aseguró que las tecnologías han visibilizado la necesidad de un aprendizaje ubicuo y flexible: “Ya no hay escapatorias, hay que cambiar las preguntas. Mientras mejor formulada esté la pregunta, más acertada será la respuesta, incluso para la inteligencia artificial. El foco debe ser resolver problemas y construir conocimiento”.