Valeria Martell enfrenta un momento crítico en su vida: con 42 años, tres hijas y un diagnóstico de cáncer de cuello de útero en estado avanzado, se vio obligada a trasladarse a Córdoba para recibir un tratamiento oncológico que le brinda calidad de vida mediante morfina para controlar el dolor.
Sin embargo, la paciente denuncia que, al regresar a Comodoro Rivadavia, descubrió que su exmarido le había quitado la casa que legalmente le pertenece a ella y a sus hijas de 14, 20 y 23 años. “Todos los papeles me avalan como propietaria, pero él retiene la propiedad y nunca cumplió con la sentencia judicial del 2021, donde reconocía que la casa era mía y de mis hijas”, relató Martell.
La mujer asegura sentirse desprotegida y atravesada por una situación de violencia económica e institucional. “Estoy sola, necesito que algún juez me ayude. Esto es la realidad de muchas mujeres”, afirmó. Martell asegura que los tratamientos oncológicos le otorgan años de vida, pero su tiempo es limitado y cada día es un desafío.
Recientemente, se promulgó un artículo legislativo que protege los derechos de los propietarios, pero, según Martell, aún no se hace lugar a su pedido. “El tiempo es oro, estoy luchando por los derechos de mis hijos. Soy una paciente terminal, y necesito que alguien se ponga la mano en el corazón y vea que esta persona está violando la ley”, concluyó.