El presidente Javier Milei llegó a Junín en medio de un clima de tensión y fue recibido tanto por aplausos como por protestas. Desde temprano, simpatizantes libertarios aguardaban para ingresar al Teatro San Carlos, mientras organizaciones gremiales, sociales y políticas opositoras al gobierno realizaron un cacerolazo mostrando su disconformidad. La presencia policial y una valla separaron a ambos grupos y controlaron algunos cruces que se produjeron.

Antes del discurso de Milei, habló Karina Milei y Sebastián Pareja, principal armador libertario en territorio bonaerense. El mandatario inició su intervención con gritos: “Los kukas tienen miedo”, y destacó la labor de su hermana en la organización del partido a nivel nacional. Luego presentó a los candidatos de La Libertad Avanza, incluyendo a José Luis Espert, a quien describió como “vanguardista en defender las ideas de la libertad” y fuente de inspiración para otros liberales.

Durante su discurso, Milei evitó referirse a la investigación por presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), que podría involucrar a Karina Milei. En cambio, centró sus críticas en el kirchnerismo y la oposición, denunciando casos de corrupción y asegurando que su gobierno está “transitando el camino inverso”. En un momento, pronunció la frase más comentada del acto: “Están molestos porque les estamos afanando los choreos”.

El mandatario destacó la importancia de las próximas elecciones en la provincia de Buenos Aires, instando a sus seguidores a “defenderse en las urnas” el 7 de septiembre y recordando que el 26 de octubre decidirán “la libertad avanza o la Argentina retrocede”. Además, criticó la modalidad de votación y advirtió sobre el riesgo de fraude, mientras defendió el rol del sector privado como motor de progreso.

El acto en Junín se desarrolló sin la presencia de algunos funcionarios nacionales, como el vocero Manuel Adorni, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, quienes permanecieron en Buenos Aires. A pesar del contexto adverso por las investigaciones judiciales, Milei continuó con su campaña enfocándose en la estrategia electoral y en la defensa de su gestión económica.