La educación vial tiene ahora una nueva herramienta didáctica y divertida: “Eco Ruedita”, un proyecto pensado para que niños y jóvenes aprendan a reconocer señales de tránsito mientras juegan con autitos eléctricos. La iniciativa fue creada por Pablo Gigena y Ana María Tacacho, quienes decidieron apostar a la creatividad y la enseñanza luego de quedarse sin empleo.
El circuito recrea un espacio urbano con señales diseñadas por ellos mismos. Los participantes conducen los pequeños vehículos mientras reciben instrucciones de los autores del proyecto, quienes los guían para que incorporen de manera lúdica nociones básicas de seguridad vial.
Ayer y hoy se realizaron las primeras presentaciones públicas, con una gran respuesta de la comunidad. Muchos chicos se acercaron, se divirtieron y aprendieron jugando. “Queremos que los niños se familiaricen desde ahora con las reglas, para que el día de mañana sean adultos responsables al volante”, señalaron los impulsores.
De este modo, “Eco Ruedita” no solo ofrece una experiencia educativa innovadora, sino también una oportunidad de reinvención personal para sus creadores, que con esfuerzo y entusiasmo transformaron la adversidad en un proyecto con impacto social positivo.